Oración de siete peticiones por las almas del purgatorio
1. ¡Señor, Dios Todopoderoso, por la preciosísima sangre que tu Hijo
muy amado derramó sobre el huerto de Getsemaní, te suplico que liberes a
las almas del Purgatorio, en especial a aquellas que están más
abandonadas! Condúcelas a tu gloria para que te alaben y glorifiquen en
la eternidad. Amén.
Padre Nuestro. Ave María. Señor concédeles el descanso eterno…
Padre Nuestro. Ave María. Señor concédeles el descanso eterno…
2. ¡Señor, Dios Todopoderoso, por la preciosísima sangre que tu Hijo
muy amado derramó durante la despiadada flagelación, te suplico que
liberes a las almas del Purgatorio, en especial a aquellas que están más
cerca de gozar la eternidad. Déjalas que comiencen ahora a alabarte y
glorificarte en la eternidad. Amén.
Padre Nuestro. Ave María. Señor concédeles el descanso eterno…
Padre Nuestro. Ave María. Señor concédeles el descanso eterno…
3. ¡Señor, Dios Todopoderoso, por la preciosísima sangre que tu Hijo
muy amado derramó durante la dolorosa coronación de espinas, te suplico
que liberes a las almas del Purgatorio, en especial a aquellas que más
necesitan tu intersección! No permitas que esperen más para que te
puedan alabar y glorificar en la eternidad. Amén.
Padre Nuestro. Ave María. Señor concédeles el descanso eterno…
Padre Nuestro. Ave María. Señor concédeles el descanso eterno…
4. ¡Señor, Dios Todopoderoso, por la preciosísima sangre que tu Hijo
muy amado derramó en las calles de Jerusalén cuando llevaba la cruz
sobre su bendita espalda, te suplico que liberes a las almas del
Purgatorio, en especial a aquellas que ante tus ojos posee los mayores
méritos para que, desde lo alto del trono glorioso que las espera, te
puedan alabar y glorificar en la eternidad. Amén.
Padre Nuestro. Ave María. Señor concédeles el descanso eterno…
Padre Nuestro. Ave María. Señor concédeles el descanso eterno…
5.¡Señor, Dios Todopoderoso, por el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo muy
amado, Jesucristo, que Él mismo en la noche anterior a su muerte
ofreció a sus amados apóstoles como alimento y bebida, dejando de este
modo una ofrenda continua y alimento que da vida para los fieles de toda
la Iglesia, te suplico que liberes a todas las almas del Purgatorio, en
especial a la que honró mas este secreto de su infinito amor, para que
pueda con tu Hijo muy amado y El Espíritu Santo, por medio de sus santos
Sacramentos, alabarte y glorificarte en la eternidad. Amén.
Padre Nuestro. Ave María. Señor concédeles el descanso eterno…
Padre Nuestro. Ave María. Señor concédeles el descanso eterno…
6.¡Señor, Dios Todopoderoso, por la preciosísima sangre que tu Hijo
muy amado derramó de sus manos y sus pies cuando estaba en la cruz, te
suplico que liberes a las almas del Purgatorio, en especial a aquellas
por las que más debo rezar. No permitas que permanezcan allí por más
tiempo por mi culpa, para que te puedan alabar y glorificar en la
eternidad. Amén.
Padre Nuestro. Ave María. Señor concédeles el descanso eterno…
Padre Nuestro. Ave María. Señor concédeles el descanso eterno…
7. ¡Señor, Dios Todopoderoso, por la Sangre y Agua preciosísimas que
manaron del costado de tu Hijo muy amado ante los ojos de su
bienaventurada Madre y por su gran angustia, te suplico que liberes a
las almas del Purgatorio, en especial a la que más honró íntimamente a
la santa Madre del Cielo! Permítele pronto entrar en tu gloria para que
te pueda glorificar y alabar con María en la eternidad. Amén.
Padre Nuestro. Ave María. Señor concédeles el descanso eterno…
Padre Nuestro. Ave María. Señor concédeles el descanso eterno…
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