Coronilla por las almas del purgatorio
Abre Señor, nuestros
labios; alienta nuestros corazones y límpialos de vanos, impuros e impertinentes
pensamientos; ilustra nuestro entendimiento, inflama nuestra voluntad, para que,
con todo nuestro corazón, meditemos los pasos de tu Sagrada Pasión y Muerte, con
los acerbísimos dolores de tu Madre Santísima e Inmaculada, y merezcamos ser
oídos ante el acatamiento de tu Divina Majestad, que vives y reinas en todos los
siglos. Amén.
Cuentas
grandes
En
lugar del Padrenuestro se dirá la siguiente oración:
Piadosísimo Jesús mío, mira con benignos ojos las almas de los fieles difuntos
por las cuales has muerto y recibido tormento de Cruz. Amén.
Cuentas pequeñas
En la primera cuenta, se
reza la primera decena, en la segunda, la segunda decena y así sucesivamente. Se
terminan las diez cuentas pequeñas y se reza la oración correspondiente a la
cuenta grande y nuevamente las 10 decenas. Se hace 5 veces para completar el
rosario.
Primera decena
Jesús mío, por aquel sudor copioso de Sangre que sudaste en el huerto, ten
misericordia de las benditas almas del Purgatorio (o del alma de la persona
fallecida).
Segunda decena
Jesús mío, por la bofetada que recibió tu Rostro venerable, ten misericordia de
las benditas almas del Purgatorio (o del alma de la persona fallecida).
Tercera decena
Jesús mío, por los crueles Azotes que sufriste, ten misericordia de las benditas
almas del Purgatorio (o del alma de la persona fallecida).
Cuarta decena
Jesús mío, por la Corona de agudas espinas que traspasaron tu Santísima Cabeza,
ten misericordia de las benditas almas del Purgatorio (o del alma de la persona
fallecida).
Quinta decena
Jesús mío, por los pasos que diste en la calle de la Amargura con la Santa Cruz
a cuestas, ten misericordia de las benditas almas del Purgatorio (o del alma de
la persona fallecida).
Sexta decena
Jesús mío, por tu Santísimo Rostro lleno de sangre, que dejaste impreso en el
velo de la Verónica, ten misericordia de las benditas almas del Purgatorio (o
del alma de la persona fallecida).
Séptima decena
Jesús mío, por la Vestidura sangrienta que con violencia te desnudaron
los verdugos, ten misericordia de las benditas almas del Purgatorio (o
del alma de
la persona fallecida).
Octava decena
Jesús mío, por tu Santísimo Cuerpo clavado en la Cruz, ten misericordia de las
benditas almas del Purgatorio (o del alma de la persona fallecida).
Novena decena
Jesús mío, por tus Santísimos Pies y Manos clavados con duros clavos, ten
misericordia de las benditas almas del Purgatorio (o del alma de la persona
fallecida).
Décima decena
Jesús mío, por tu Costado abierto al borde de una lanzada, de donde manó Sangre
y Agua, ten misericordia de las benditas almas del Purgatorio (o del alma
de la persona fallecida).
Cuenta Grande nuevamente y luego las 10 decenas. Todo esto cinco veces para
formar el rosario.
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